Expertos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) han realizado un estudio que advierte sobre el posible impacto negativo en el empleo en Colombia debido a las reformas en los sectores de salud, pensiones y laboral que está liderando el Gobierno de Gustavo Petro. Según el análisis, más de 2,7 millones de empleos podrían verse afectados para el año 2050 debido a estas reformas.
El estudio fue presentado durante el 8.° Congreso Empresarial Colombiano organizado por la Andi en Cartagena. Bruce Mac Master, presidente del gremio de empresarios, mencionó que solo la reforma laboral podría tener un impacto cercano a los 700.000 empleos en los próximos siete años. Asimismo, se estima que la reforma a la salud podría resultar en la pérdida de alrededor de 132.000 puestos de trabajo en el mismo período, mientras que la reforma pensional podría dejar fuera del mercado laboral a unos 600.000 colombianos para el 2025.
El análisis fue dirigido por el reconocido economista Jesús Briceño, quien junto con otros analistas llevó a cabo un modelo de equilibrio económico para llegar a estas cifras. Ante estos resultados, Bruce Mac Master enfatizó en la importancia de incluir elementos técnicos en las discusiones sobre estas reformas y de atender las necesidades y expectativas que el país demanda.
En el marco del congreso anual de la Andi, se llevó a cabo un panel en el que participaron empresarios, académicos y funcionarios del Gobierno para discutir el futuro de estas reformas. El presidente de la Andi subrayó la necesidad de generar espacios de diálogo que incluyan al sector productivo, donde se puedan discutir análisis técnicos y la realidad actual del país, buscando consensos en temas clave para el desarrollo nacional.
Los participantes en el panel destacaron la importancia de considerar las nuevas formas de producción y trabajo en la reforma laboral, teniendo en cuenta los cambios en el mundo actual. Mauricio Olivera, vicerrector Administrativo y Financiero de la Universidad de los Andes, enfatizó en la necesidad de adaptar la reforma a la realidad laboral, reconociendo las diferentes formas de producir en términos de horarios y condiciones.
A pesar de los debates y discusiones, se enfatizó la importancia de cambiar la percepción de que el sector privado y el público son enemigos, buscando trabajar en conjunto para alcanzar propuestas efectivas que beneficien al país.