En el municipio de Tibú, las quejas sobre el servicio de transporte escolar en las zonas rurales han alcanzado un punto crítico. Los concejales locales han alzado su voz para denunciar los persistentes retrasos que afectan el acceso de los niños a la educación. A través de la corporación, se ha demandado una explicación de las autoridades y la secretaría responsable de esta crucial tarea.
«Los padres de familia han venido reportando la ausencia del servicio; en algunas veredas, los vehículos simplemente no llegan, y esto nos lleva a preguntar a la secretaría en el ejercicio de nuestro deber de control político: ¿dónde están los recursos destinados y qué ha sucedido con la operación?», manifestó un concejal preocupado.
La frustración es palpable entre la comunidad, ya que a pesar de que la empresa a cargo del transporte escolar en la zona ganó la licitación, los avances en el proceso han sido mínimos. La empresa, con conocimiento del funcionamiento y las particularidades regionales, parece haber quedado en deuda con la responsabilidad de garantizar el servicio esencial para los estudiantes del municipio de Tibú.
Los ciudadanos y las autoridades esperan con ansias que la empresa contratista cumpla con su compromiso y brinde el servicio necesario para los niños en la zona del Catatumbo. La educación de los jóvenes es fundamental para el desarrollo de la comunidad, y la situación actual exige una pronta solución para evitar que más días de clases se pierdan debido a estos retrasos inaceptables.