Ernesto Pabón, un hombre de aspecto amigable y con años de experiencia reflejados en su mirada, será recordado por siempre como el autor del himno que enmarca la esencia de Tibú, un municipio del Norte de Santander. Con 89 años de vida, su legado perdurará en el tiempo como un testimonio del amor y dedicación a una tierra que consideró suya.
Originario de Durania – Norte de Santander, Ernesto Pabón encontró en la densa selva del Catatumbo, los indios motilones y el oro negro su fuente de inspiración para componer las seis estrofas que narran la historia, cultura y tradición de Tibú. Junto a Manuel Alvarado, quien se encargó de la parte musical, unieron esfuerzos para crear este himno que hoy es símbolo de representación y sentido de pertenencia para los Tibuyanos.
Su experiencia y talento no se limitaron a Tibú, ya que también se convirtió en un ícono representativo para el municipio de El Tarra al componer su himno. A pesar de las diferencias políticas de la época, Pabón canalizó su creatividad en la literatura, dejando un legado de poemas, versos y escritos que permanecen en viejos papeles y en nuestra memoria.
Además de su faceta artística, en el pueblo también era reconocido como el «rezandero» debido a sus facultades místicas para atender situaciones eventuales de salud y creencias que trascienden las fronteras de la religión y la ciencia. Esta labor le permitió sobrevivir en diferentes épocas de su vida; en la actualidad es recordado como un hombre que obtuvo reconocimientos que quedan plasmados en pergaminos, música y abrazos compartidos en momentos especiales.
Hoy, Tibú rinde homenaje a este insigne hombre que dejó huella en su historia y cultura, y cuyo legado seguirá inspirando a las futuras generaciones. Ernesto Pabón, el autor del himno de Tibú, es un ejemplo de pasión, dedicación y amor por la tierra que siempre mantuvo en su corazón.