Un nuevo informe de la ONU ha subrayado la importancia de poner fin a la exploración de combustibles fósiles en todo el mundo como parte de los esfuerzos para cumplir con los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París para el año 2030. El informe, que se discutirá en reuniones de las Naciones Unidas y en una reunión previa al inicio de la COP28 a finales de octubre, destaca la necesidad de tomar medidas más enérgicas para abordar la crisis climática.
Uno de los aspectos clave del informe es la recomendación de que la exploración de combustibles fósiles se detenga por completo para el año 2030. Esto implicaría una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles en todo el mundo. Además, el informe sugiere que la financiación climática para los países más pobres debería oscilar entre 200 mil millones y 400 mil millones de dólares al año para 2030, lo que ayudaría a respaldar sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.
El informe también advierte sobre la necesidad de tomar medidas adicionales para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, un objetivo crítico del Acuerdo de París. Esto requeriría un aumento significativo en la capacidad de energía renovable y mejoras sustanciales en la eficiencia energética a nivel mundial para 2030.
Simon Stiell, jefe de clima de la ONU, destacó que el informe proporciona objetivos claros que los gobiernos pueden considerar para abordar la crisis climática de manera efectiva. Estos objetivos ofrecen una guía importante para la acción necesaria con urgencia.
El informe ha generado reacciones de activistas y ambientalistas que insisten en que la COP28 debe ser un momento crucial para poner fin a la era de los combustibles fósiles y lograr una transición justa y equitativa hacia una economía más verde y sostenible. También enfatizan la importancia de apoyar a las comunidades y trabajadores que dependen de los combustibles fósiles en esta transición.
A pesar de que la COP28 está a menos de dos meses de su inicio, hay cierta controversia en torno al hecho de que los Emiratos Árabes Unidos sean los anfitriones del evento, dado su papel significativo como productores de petróleo y gas.