En el corazón de Cúcuta, la protesta pacífica emerge como un grito colectivo de resistencia ante la creciente ola de violencia que azota la ciudad. La Federación de Juntas de Acción Comunal lidera un plantón en el parque Santander, frente a la Alcaldía Municipal, denunciando los recientes hechos violentos y exigiendo medidas de seguridad.
«Hoy levantamos la voz porque ser comunal no es un delito. No somos simples cifras para el gobierno nacional. Lamentablemente, ya contamos 38 líderes comunales asesinados», declaró Hugo Rey, presidente de la Federación de Juntas de Acción Comunal de Cúcuta. La protesta se teñía de luto mientras recordaban a Giovanny Luna, líder comunal caído el 10 de enero.
Aníbal Mojica, secretario general de la Federación, reveló que este asesinato eleva la desgarradora cifra a 137 muertes desde el año 2020. La exigencia de protección para los líderes comunales resonó alto, y la comunidad instó al Gobierno Nacional y Municipal a implementar medidas que resguarden su seguridad y les permitan ejercer su liderazgo de manera segura.
Martha Maldonado, secretaria de derechos humanos de la Federación, compartió una preocupante estadística: 55 líderes comunales han sido asesinados, y algunos reciben amenazas que les dan 72 horas para abandonar sus barrios. La protesta pacífica, envuelta en la angustia de la pérdida y el miedo, busca no solo denunciar la violencia sino también exigir un cambio inmediato en las condiciones que permiten estos crímenes atroces. Cúcuta se levanta, no solo en duelo, sino en la firme determinación de resistir y exigir justicia.