Desde la llegada de la COLOMBIAN PETROLEUM COMPANY, Colpet, a la región del Catatumbo, específicamente en Petrólea, se ha tejido una historia marcada por la exploración y explotación petrolera. La transformación de la zona se refleja en los nombres dados a lugares por los antiguos petroleros de la compañía, nombres que aún resuenan en la memoria colectiva de Tibú.
Zonas que antes eran campos de trabajo de la compañía, como Campo Dos, Campo Tres, Campo Cinco, Campo Seis, Campo Vetas, Alcabala, La Uno, La Cuatro, El 88, Orú, M-14, M24, Campo Giles, entre otros, son testigos mudos de la intensa actividad petrolera que una vez se desplegó en la región.
El actual asentamiento de Tibú tiene sus raíces en un campo de sembradío de yuca perteneciente a los Motilones y funcionaba como un centro habitacional indígena. En este lugar se encontraba Axdobarincayra, el principal bohío del pueblo Barí, el cual fue abandonado cuando la petrolera invadió sus dominios en busca de recursos naturales.
Según relatos de antiguos trabajadores de la Colpet y documentos recuperados durante años de servicio en ECOPETROL (EMPRESA COLOMBIANA DE PETROLEOS, también conocida como Colpet, Colombian Petroleum Company), la compañía petrolera transportaba sus equipos y materiales por vía fluvial desde el lago de Maracaibo hasta los puertos de Campo Reyes y Tres Bocas. Esta ruta dejó una marca en las cajas y documentos, que llevaban la inscripción «Colombian Petroleum Company, Colpet. Co – From Chicago, Usa».
La historia de Tibú es, por lo tanto, una narrativa compleja que entrelaza la riqueza cultural indígena con el impacto transformador de la industria petrolera. Los antiguos campos de trabajo y los nombres heredados son recordatorios de una era pasada que ha dejado una huella indeleble en la identidad y el paisaje de Tibú.
Fuente: Anecdotario histórico de Tibú y otras cositas – Julio Jaime