A pesar de los intentos previos de la administración municipal para controlar las ventas callejeras en el centro de Cúcuta, las calles vuelven a ser invadidas por comerciantes informales, desafiando las medidas anunciadas. La falta de éxito en la implementación de la política del espacio público ha permitido que los vendedores ocupen nuevamente las calles, afectando la movilidad y generando un ambiente caótico y desordenado.
La administración actual, encabezada por Jorge Acevedo, está diseñando una nueva política pública para abordar este problema persistente. El secretario de Gobierno, Miguel Castellanos, ha afirmado que no se cederá un centímetro más de espacio público y que se busca organizar y ordenar las ventas callejeras. Sin embargo, la falta de resultados en el pasado plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas propuestas.
Las ventas callejeras han copado las principales avenidas del centro, afectando la movilidad y generando preocupaciones sobre la seguridad y el orden urbano. A pesar de los esfuerzos pasados, el problema persiste, y la administración actual enfrenta el desafío de encontrar soluciones prácticas y sostenibles para mantener el control del espacio público en el centro de Cúcuta.
Las asociaciones y cooperativas de vendedores informales expresan su deseo de organizarse mejor y colaborar con la administración para poner fin al desorden. Aunque se han llevado a cabo reuniones entre los representantes de los vendedores y la alcaldía, la implementación exitosa de medidas y la cooperación de todas las partes involucradas son elementos clave para lograr un cambio positivo en el paisaje urbano de Cúcuta.