En medio de una situación crítica, las autoridades de Pamplona han decretado la calamidad pública debido a los devastadores incendios forestales que han consumido más de 200 hectáreas de capa vegetal y bosques en las veredas Escorial y Fontibón. Klaus Faber Mogollón, alcalde de Pamplona, anunció durante el Consejo de Atención de Desastres que se intensificarán los esfuerzos para extinguir las llamas, originadas por una quema descontrolada por parte de la comunidad.

El decreto de calamidad pública se extenderá por cuatro meses, respaldado por el comité de gestión del riesgo y la gobernación del departamento. Además, se confirmó que las aeronaves del Ejército continuarán trasladando agua para combatir el incendio.

El daño en la fauna es incalculable, con varias especies pereciendo a causa de las llamas y las altas temperaturas generadas por las conflagraciones en la zona rural del municipio. A pesar de los esfuerzos de bomberos, defensa civil, comunidad, Ejército y Policía, los fuertes vientos dificultan la extinción de las llamas.

El alcalde expresó su preocupación: «Los focos de incendio han sido muy difíciles de apagar; el clima no nos ayuda, los fuertes vientos reactivan las llamas; es difícil controlar, se está haciendo un esfuerzo sobrenatural». Ante esta situación, el Comité de Gestión del Riesgo realizará labores de remoción para apagar las llamas en la parte baja del suelo, que tienden a reactivar los incendios en la zona. ¡Pamplona enfrenta una emergencia ecológica sin precedentes!

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