El Gobierno austríaco anunció la suspensión de su financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) tras sospechas de que algunos de sus trabajadores estuvieron involucrados en los ataques terroristas de Hamas el pasado 7 de octubre en Israel. El Ministerio de Exteriores calificó las acusaciones como «profundamente chocantes» y pidió una investigación completa de la UNRWA y la ONU. Otros países, como Estados Unidos, Alemania y Japón, ya habían tomado medidas similares.
En un comunicado, el Ministerio instó a que la ONU lleve a cabo una investigación exhaustiva de las acusaciones y anunció la suspensión de pagos hasta esclarecer la situación. El Gobierno austriaco expresó que las Naciones Unidas deben mantener su integridad y que aquellos posiblemente involucrados en los ataques terroristas deben rendir cuentas.
Austria ha aportado 13 millones de euros desde el 7 de octubre para abordar la crisis humanitaria en Gaza, donde el conflicto entre el Ejército israelí y Hamás ha dejado más de 26,000 personas fallecidas. La contribución austriaca a la UNRWA se divide entre una ayuda anual de aproximadamente 400,000 euros y otros tres millones destinados a un proyecto sanitario, según información proporcionada por la agencia de noticias APA.
Con 30,000 empleados, 13,000 de ellos solo en la Franja de Gaza, la UNRWA enfrenta ahora una crisis de financiamiento y credibilidad.