San Gil, la capital turística de Santander, se encuentra en estado de emergencia hídrica. La gerente del Acuasan, Karen Cediel, confirmó la aplicación de un racionamiento de agua del 50% debido al descenso crítico en las fuentes hídricas que abastecen el acueducto.

La fuerte sequía en el departamento ha llevado a una reducción del 50% en los niveles de las quebradas Cuchicute y Curití, pasando de 40 mil litros por segundo a solo 20 mil litros por segundo. Ante esta situación, el racionamiento se llevará a cabo entre las 10 de la noche y las 4 de la mañana en 15 sectores del municipio.

Karen Cediel instó a la comunidad a tomar medidas de conciencia en el uso del agua, como evitar lavar vehículos, regar antejardines y controlar el consumo en el baño, lavado de platos y ropa. La situación será evaluada continuamente, y los horarios de racionamiento podrían ampliarse si la crisis persiste.

La ciudad, reconocida por su atractivo turístico, enfrenta una difícil situación que requiere la colaboración de la comunidad para preservar el recurso vital.

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