La ciudad de Cúcuta enfrenta una creciente preocupación tras el asesinato de un dragoneante del Inpec en el barrio Motilones y la posterior circulación de un video en el que hombres armados amenazan a otros miembros del instituto. Se teme que estas amenazas estén vinculadas a la captura de integrantes de bandas transnacionales en la región.

Representantes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) han instado al traslado inmediato de internos con alto perfil, especialmente líderes de bandas criminales, a centros de máxima seguridad. La solicitud surge con el objetivo de reducir los riesgos ante posibles acciones violentas por parte de estos actores armados.

Carlos Ramos, abogado del sindicato del Inpec en Norte de Santander, ha subrayado la urgencia de definir el traslado de al menos 300 internos actualmente recluidos en cárceles y estaciones de policía en Cúcuta. Ramos lamentó la muerte del dragoneante y las amenazas, subrayando la necesidad de trasladar a los internos a instalaciones como La Picota y Cómbita, consideradas centros de máxima seguridad.

El abogado también enfatizó la importancia de intervenir en la cárcel Modelo, donde se ha detectado la presencia de teléfonos celulares y otros elementos al servicio de los internos. La falta de control sobre esta situación ha llevado a la solicitud de una intervención inmediata por parte del Comando Cri-Cores del Inpec.

Ante la preocupación por el riesgo tanto para las autoridades como para la ciudadanía en general, se advirtió que, de no recibir una respuesta positiva a estas peticiones, se consideraría llevar el caso a instancias internacionales en busca de una solución. La seguridad en Cúcuta se ha convertido en un tema crítico que requiere acciones inmediatas para salvaguardar la integridad de la población y las instituciones.

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