La controversia estalló tras el inusual desempeño de los árbitros durante el encuentro, que incluyó decisiones cuestionables y una falta de comunicación efectiva entre el árbitro principal y el VAR. La polémica alcanzó su punto máximo cuando Envigado logró empatar el partido en el minuto 92 después de una controvertida jugada que no fue revisada por el VAR.
La falta de transparencia en las decisiones arbitrales ha generado indignación entre los aficionados y los equipos afectados, especialmente el América de Cali, cuyo máximo accionista, Tulio Gómez, expresó su frustración en las redes sociales y en el chat de WhatsApp de los presidentes del FPC.
Gómez criticó duramente el desempeño de los árbitros y el VAR, calificándolos de «perversos» y exigiendo que no se les permita volver a dirigir los partidos de su equipo. Estas acusaciones reflejan la creciente preocupación por la integridad del arbitraje en el fútbol colombiano y resaltan la necesidad de una revisión y reforma en el sistema arbitral.
La destitución de Castro y Mercado es un paso importante hacia la restauración de la confianza en el arbitraje colombiano, pero también subraya la urgente necesidad de mejorar la calidad y la transparencia en el proceso de toma de decisiones. Los aficionados esperan que estas medidas conduzcan a un fútbol más justo y equitativo en el país.