Líderes comunitarios han levantado su voz para exigir mayor celeridad en los trámites de adquisición de predios para el reasentamiento humano, así como el acompañamiento con proyectos productivos para resarcir las pérdidas sufridas. Más de 130 familias, compuestas por más de 400 personas, continúan esperando una solución definitiva, mientras que la lentitud en la evaluación de terrenos aptos ha retrasado el proceso.

La situación se agrava por la falta de atención a la sedimentación y represamiento de agua en La Laguna de la vereda El Molino, municipio de Villa Caro, donde incluso hubo pérdida de vidas humanas. A pesar de las alertas tempranas, los llamados de atención no han sido atendidos, y la población teme una repetición de la tragedia con la llegada del invierno.

Los habitantes de la zona, ahora desplazados y sin recursos, claman por políticas concretas para atender la emergencia y poder retomar sus actividades agropecuarias. Los alcaldes de Ábrego y Villa Caro han solicitado estudios geológicos profundos, monitoreos permanentes y la búsqueda de alternativas viales para mitigar los riesgos, pero la lentitud en el proceso genera incertidumbre y temor ante la imprevisibilidad de la falla geológica.

El llamado es claro: el tiempo apremia y la situación de los damnificados no puede esperar más. Es crucial que el Gobierno nacional tome medidas urgentes y efectivas para brindar ayuda y seguridad a quienes han perdido todo en esta tragedia.

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