Durante un acto de posesión en el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), el presidente Gustavo Petro hizo un llamado para implementar su nuevo modelo de salud en las EPS controladas por el Estado y bajo intervención. Según Petro, este modelo se enfoca en la prevención y busca mejorar la atención primaria en el sistema de salud.
El anuncio de Petro generó reacciones divididas en diferentes sectores políticos del país. El excandidato presidencial Enrique Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, calificó la propuesta como un «nefasto experimento de salud», comparándola con las políticas de expropiación de Chávez en Venezuela. Gómez expresó su preocupación por la tramitación de la reforma del sistema de salud en el Congreso, sin el debido consenso y transparencia.
Por otro lado, el representante a la Cámara del Pacto Histórico, Alfredo Mondragón, defendió la reforma propuesta por Petro, argumentando que busca crear un sistema de salud independiente de los vaivenes políticos y de las decisiones de los presidentes en turno o las EPS. Mondragón destacó la importancia de garantizar recursos permanentes y seguros para fortalecer la atención primaria en salud.
Sin embargo, el representante del Centro Democrático, Andrés Forero, cuestionó por qué el Gobierno no implementó el nuevo modelo de salud antes de presentar la normativa al Legislativo, lo que, según él, causó divisiones en el gabinete y la coalición. Por su parte, el representante David Racero destacó la necesidad de canalizar recursos hacia las regiones y fortalecer los hospitales, especialmente en aquellas áreas donde el sistema de salud actual no funciona correctamente.
Entre las EPS bajo la lupa y sujetas a intervención se encuentran la Nueva EPS, Famisanar, Emsanar, Savia Salud y Asmet Salud, todas ellas objeto de escrutinio y debate en el marco de esta propuesta de reforma del sistema de salud.