El lunes pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores tomó una controvertida decisión al adjudicar a la firma Thomas Greg & Sons el millonario contrato para la elaboración de pasaportes, a pesar de que el proceso de licitación aún no había concluido.
Mediante una resolución emitida por el secretario general de la Cancillería, José Antonio Salazar, se reveló que la mencionada firma se quedó con el contrato valuado en más de 599 mil millones de pesos. Esta decisión ha generado un revuelo considerable, ya que deja de lado el proceso de licitación que estaba en marcha y podría desencadenar un conflicto legal.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ha sido objeto de críticas por esta acción precipitada, que podría implicar irregularidades y falta de transparencia en el manejo de contratos públicos. La decisión también ha levantado preocupaciones sobre posibles consecuencias legales y la posible pérdida de recursos para el Estado.
Este incidente subraya la importancia de garantizar la integridad y la transparencia en los procesos de contratación pública, así como la necesidad de una supervisión adecuada para prevenir situaciones de este tipo en el futuro. La firma Thomas Greg & Sons se encuentra ahora en el centro de un escándalo que podría tener repercusiones significativas en el ámbito político y legal.