El expresidente Álvaro Uribe se pronunció nuevamente sobre la llegada de Salvatore Mancuso al país en calidad de gestor de paz del Gobierno, manifestando que el nombramiento parece tener más intención de «amenaza política» que de promoción de la paz. Uribe cuestionó la discriminación en el trato hacia otros exparamilitares y la comparecencia de Mancuso ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).
«Que Mancuso sea gestor de paz para algunos conviene y para otros no. Las razones tienen más intención de amenaza política que de paz», expresó Uribe, señalando que otros exparamilitares como Rodrigo Tovar (Jorge 40) o Carlos Jiménez (Macaco) no están corriendo la misma suerte que Mancuso.
Uribe también cuestionó la alianza de Mancuso con sus antiguos enemigos y afirmó que no le sorprende, considerando su pasado de violencia y corrupción. Asimismo, criticó la comparecencia de Mancuso ante la JEP, argumentando que sus declaraciones sin corroborar afectan el derecho fundamental a la honra de muchas personas, incluyendo la suya propia.
El expresidente recordó sus esfuerzos desde el Congreso para crear una sala especial en la JEP para el juzgamiento de militares, lamentando que todos sus intentos hayan sido infructuosos.