Andy Montañez, el icónico «Godfather de la Salsa», sigue siendo una figura emblemática en el mundo de la música latina. Con una carrera que abarca más de seis décadas, Montañez ha dejado una marca indeleble en la historia de la salsa y ha sido un embajador de la cultura puertorriqueña en todo el mundo.
Nacido el 7 de mayo de 1942 en el barrio Trastalleres de Puerto Rico, Montañez creció en una familia numerosa con una profunda pasión por la música. Influenciado por el ambiente musical de su padre, un amante del tango, y el apoyo incondicional de su madre, Montañez encontró su vocación como cantante desde temprana edad.
Su carrera despegó cuando se unió a El Gran Combo de Puerto Rico en 1962, con quienes grabó cerca de 37 discos y vivió una etapa de éxitos inolvidables. Posteriormente, formó parte de La Dimensión Latina y Puerto Rico All-Stars antes de embarcarse en una exitosa carrera como solista en 1981.
A lo largo de su carrera, Montañez ha recibido numerosos reconocimientos y premios, incluido el Latin Grammy al mejor álbum tropical por AM/PM en 2006. Su legado musical es innegable, y su influencia se extiende a través de generaciones.
En una entrevista exclusiva con EL TIEMPO, Montañez reflexionó sobre su carrera, su familia y su próxima actuación en el Movistar Arena de Bogotá. Habló sobre la influencia de su familia y su país natal en su carrera, así como sobre el dolor de perder a su madre el pasado diciembre.
Montañez también abordó temas más personales, como sus opiniones sobre el futuro de la salsa en la era del reguetón y su perspectiva sobre la vida y la muerte. A pesar de las grandes pérdidas que ha experimentado, Montañez se muestra agradecido por la vida que ha llevado y por el apoyo incondicional de sus seguidores en todo el mundo.
El próximo agosto, Montañez celebrará sus 60 años de carrera con un concierto especial en Puerto Rico titulado «Mi Primer Adiós», marcando un hito en su legendaria trayectoria. Aunque este concierto representa un paso hacia el retiro, Montañez asegura que continuará disfrutando de la música y de la vida mientras sus fuerzas se lo permitan.
Con una mirada llena de gratitud y humildad, Andy Montañez se despide temporalmente de los escenarios, pero su legado musical y su impacto perdurarán para siempre en la memoria de sus seguidores y en la historia de la música latina.