En el día en que Gabriel García Márquez cumpliría 97 años, el mundo recibe un regalo y una despedida al mismo tiempo: «En agosto nos vemos», la última obra del Premio Nobel de Literatura, que llega justo antes de conmemorarse diez años de su fallecimiento. Una novela iniciada en 1999, pero que el autor no pudo terminar debido a los desafíos de la vejez y la pérdida de capacidad para escribir y leer.
Rodrigo García Barcha, el hijo mayor de Gabo, revela que su padre consideraba el manuscrito un «desastre» y que nunca pudo explicar por qué. Sin embargo, al morir, dejó claro que su obra podía disponerse como quisieran sus herederos. Con esta premisa, Rodrigo y su hermano Gonzalo, junto al editor Cristóbal Pera, decidieron rescatar y compartir la historia de Ana Magdalena Bach, protagonista de «En agosto nos vemos».
La novela, que se desarrolla en una isla tropical, sigue a Ana Magdalena en sus visitas anuales a la tumba de su madre durante veintiocho años. En cada viaje, explora su sexualidad y deseos fuera del matrimonio, desafiando convenciones sociales y los recuerdos de su madre. La obra, que nunca fue descartada por Gabo, fue revelada al mundo como parte de la conmemoración del décimo aniversario de su muerte.
El lanzamiento de la novela ha generado gran expectativa y ha sido editada por prestigiosos sellos internacionales. Para los hijos de García Márquez, compartir esta obra es cerrar un ciclo y cumplir con el deseo de su padre de que su legado esté disponible para los lectores. Aunque Gabo nunca explicó por qué consideraba que la novela no funcionaba, sus hijos sospechan que la enfermedad del olvido le impidió evaluarla correctamente.
La obra, que incluye referencias literarias como «Drácula» de Bram Stoker y autores como Graham Greene y Daniel Defoe, presenta a una protagonista que desafía los límites impuestos por la sociedad y busca su propia identidad y libertad. La publicación de «En agosto nos vemos» es un homenaje al legado literario de Gabriel García Márquez y una invitación a explorar una nueva faceta de su obra.
Algunas preguntas para sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, revelan detalles sobre el proceso de publicación de la novela y su interpretación de los elementos narrativos y simbólicos presentes en la obra. Aunque Gabo nunca expresó conscientemente que esta novela fuera un libro de despedida, su lanzamiento representa un cierre simbólico y un nuevo capítulo en la historia del realismo mágico y la literatura latinoamericana.