La violencia despiadada se apoderó de las calles de Barrancabermeja, esta vez cobrando la vida de Henry Canchila, un taxista que se convirtió en víctima mortal de un cruel ataque sicarial en el sector del barrio El Cerro. Según relatos de testigos, Canchila se encontraba tranquilamente en una tienda cuando dos individuos en motocicleta llegaron y abrieron fuego contra él de manera indiscriminada.
La noticia ha conmocionado a toda la comunidad, que no ha tardado en expresar su indignación y su dolor. Compañeros de Canchila han organizado plantones en varios puntos de la ciudad para exigir justicia y seguridad en las calles. Taxistas, en particular, se han unido en esta causa, denunciando la creciente ola de violencia que amenaza sus vidas y la de todos los ciudadanos.
El triste desenlace se confirmó cuando se supo que Canchila había sido impactado por una bala perdida, la cual le arrebató la vida mientras recibía atención médica en un centro asistencial. En su memoria, se llevó a cabo un homenaje póstumo y se realizó un recorrido por las principales calles del Distrito, demostrando así la solidaridad y el repudio hacia la violencia que ha sacudido a la ciudad.
Los taxistas, enarbolando pancartas y clamando por justicia, han hecho un llamado urgente a las autoridades para que esclarezcan este terrible crimen y capturen a los responsables. Sin embargo, el dolor no se limita solo a la pérdida de Canchila, sino que también hay otro herido como resultado de este acto de barbarie.
En medio del luto y la indignación, la comunidad ha exigido un refuerzo en la seguridad y un compromiso firme en la lucha contra la delincuencia. «Es un mensaje claro de que juntos, como comunidad, podemos alzar la voz y trabajar para construir un futuro donde reine la paz y la justicia para todos», expresó uno de los conductores, reflejando así la determinación de un pueblo que se niega a ser silenciado por la violencia.