Según los últimos datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los precios de los alimentos en Cúcuta han experimentado un descenso significativo, desafiando las expectativas y marcando una tendencia a la baja en la inflación.
Hace un año, Cúcuta encabezaba la lista de inflación anual entre las principales ciudades del país, con un alarmante indicador del 16,12%. Sin embargo, el último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) muestra un cambio sorprendente: la ciudad ahora se sitúa en el puesto 15 de la tabla, con una inflación del 7,39%, por debajo del promedio nacional del 7,44%.
La directora del DANE, Piedad Urdinola, señaló que este descenso puede atribuirse en parte al comportamiento de los precios en la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas. En el último año, Cúcuta ha experimentado un decrecimiento en esta área, con un IPC anual de -2,98%. Urdinola destacó que rubros como la cebolla, el plátano y los huevos han registrado disminuciones significativas, contribuyendo así a la caída en los precios.
Expertos como el economista Alexander Botello y Sergio Olarte de Scotiabank Colpatria han destacado el impacto positivo de esta tendencia, especialmente en un contexto donde la inflación se mantiene por debajo de la meta del Banco de la República del 3%. Para Botello, la situación refleja la tendencia a la baja pronosticada por el banco central, mientras que Olarte señala que los alimentos están jugando un papel crucial en la desaceleración de la inflación.
Sin embargo, analistas como Laura Katherine Peña de BBVA Research advierten que la canasta de servicios sigue experimentando presiones al alza, especialmente en áreas como los arriendos y las comidas fuera del hogar. Aunque se espera que la inflación continúe descendiendo, algunos temen que las propuestas para aumentar tarifas en el sector del transporte puedan influir en el índice de precios en los próximos meses.
En resumen, mientras Cúcuta disfruta de una notable disminución en los precios de los alimentos, los analistas advierten sobre posibles presiones en otras áreas de la economía local. La próxima reunión del Banco de la República, programada para el 22 de marzo, podría arrojar luz sobre el futuro de las políticas monetarias y su impacto en la inflación.