Según las investigaciones, registros fílmicos de cámaras de seguridad captaron al presunto agresor llevando una bolsa similar a la encontrada con el cuerpo del niño. El padrastro había reportado la desaparición del menor el pasado 5 de marzo, afirmando que lo dejó jugar afuera mientras él realizaba unas compras, pero al regresar, el pequeño ya no estaba.
La Fiscalía ha imputado al hombre los delitos de homicidio agravado, acceso carnal violento y tortura agravada, aunque él no ha aceptado los cargos. La ubicación del cuerpo del niño se logró tras un arduo proceso investigativo, cerca de una quebrada en la vereda La Aguadita, a pocos kilómetros de su hogar.
Durante la audiencia, el fiscal reveló detalles escalofriantes, como el hecho de que el sospechoso llevaba una bolsa similar a la encontrada con el cuerpo del niño el día en que lo abandonó en un sector desolado. Además, los indicios sugieren que el niño había sido víctima de maltratos físicos y psicológicos de manera reiterada.
Las autoridades recalcan la gravedad del caso y el compromiso de la Fiscalía con la justicia. Recordaron que, en relación con homicidios de menores de edad, se ha avanzado en el esclarecimiento de 282 procesos, representando el 50.8% de los casos conocidos.