Domingo de Ramos: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Los fieles portan ramas de olivo o hojas de palma bendecidas por los párrocos, recordando este momento clave en la vida de Cristo.

Recorrido por las siete iglesias: En la tarde del Jueves Santo, los fieles realizan un recorrido voluntario por siete templos, realizando oraciones penitenciales en cada uno de ellos. Esta tradición fortalece la relación espiritual con Cristo al rememorar su camino de sufrimiento.

Los siete potajes: El Jueves Santo, las familias se reúnen alrededor de la mesa para consumir siete alimentos antes de las tres de la tarde, simbolizando las siete palabras pronunciadas por Cristo en su última Cena. Este acto marca el final de la Cuaresma y el inicio de un ayuno penitencial.

Procesión del Santo Viacrucis: El Viernes Santo, los fieles se congregan en las parroquias para participar en la procesión del Santo Viacrucis, representando el camino de Cristo hacia la crucifixión y sepultura. Es un momento de meditación, agradecimiento y perdón por los pecados.

Visita al Santuario del Humilladero: Durante el Sábado Santo, los fieles se dirigen al Santuario del Humilladero en Pamplona para rezar 33 credos, haciendo un nudo en una cuerda por cada credo, en referencia a los años que vivió Cristo en la tierra.

Visitas a monumentos religiosos: En diversas ciudades como Pamplona y Cúcuta, los fieles visitan monumentos religiosos como el Cerro de la Tres Cruces y el Monumento Cristo Rey para orar y reflexionar sobre el significado de la Semana Santa.

Estas tradiciones, arraigadas en la cultura de Norte de Santander, reflejan la profunda fe y devoción de sus habitantes, haciendo de la Semana Santa una época de reflexión y encuentro espiritual.

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