El 22 de diciembre se cumplirán diez años desde que el vallenato perdió a uno de sus más grandes íconos, Diomedes Díaz. Conocido como «El Cacique de La Junta», su legado musical sigue resonando fuertemente en la escena colombiana.
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Su último álbum en vida, «La Vida del Artista», lanzado exactamente una década atrás, representó el número 40 en su extensa carrera. Este álbum, que en un principio se anunció sin sencillos previos, finalmente vio la luz con «No llores mama», una canción en la que colaboró con Rolando Ochoa en el acordeón.
«La Vida del Artista» fue una producción que llevó a Diomedes de regreso a sus raíces folklóricas, explorando paseos, merengues, sones y puyas. El álbum contó con colaboraciones de destacados compositores como Omar Geles, Rolando Ochoa y José María ‘Chema’ Moscote, demostrando la versatilidad y el amor del artista por el vallenato auténtico.
La partida de Diomedes Díaz, según lo expresado por su hijo Rafael Santos Díaz y confirmado por la Fiscalía, se debió a severas alteraciones cardiovasculares que resultaron en un infarto mientras dormía. Los informes forenses descartaron cualquier indicio de violencia o sustancias que pudieran haber causado su muerte, reafirmando la naturaleza de su fallecimiento.
A una década de su partida, sus canciones siguen siendo himnos en emisoras y parrandas, celebrando la música vallenata. Su legado trasciende generaciones, manteniendo viva la esencia del vallenato y asegurando que Diomedes Díaz permanezca como un ícono indiscutible en la música colombiana.