La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha emitido una advertencia sobre una emergencia sanitaria en la franja de Gaza, en la que se han detectado casos de varicela, sarna y diarrea debido a las malas condiciones higiénicas y la falta de acceso a agua potable. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU expresó su preocupación por la situación y teme que los casos de enfermedades aumenten si no se toman medidas inmediatas.
La falta de electricidad en Gaza es un problema grave, ya que Israel ha cortado por completo el suministro eléctrico desde hace 11 días. La falta de electricidad afecta a hospitales y servicios médicos, lo que agrava aún más la crisis sanitaria en la región. Se necesita electricidad para mantener funcionando equipos médicos y garantizar una atención adecuada a los pacientes.
Además, la falta de agua potable es un problema crítico en Gaza. El informe de la ONU advierte que algunas personas se ven obligadas a consumir agua salada de pozos de uso agrícola, lo que podría causar brotes de cólera y representar riesgos graves para la salud, especialmente en bebés, mujeres embarazadas y personas con problemas renales.
Según la ONU, el conflicto en Gaza ha resultado en un alto número de víctimas. Hasta la fecha, se han registrado 4,385 muertes, con 285 de ellas en las últimas horas. Entre los fallecidos, se encuentran al menos 1,756 niños y 967 mujeres, y 13,561 personas han resultado heridas.
La crisis humanitaria en Gaza es un problema de gran magnitud que requiere una respuesta urgente y coordinada de la comunidad internacional para garantizar la provisión de servicios de salud, electricidad y agua potable a la población afectada.