Un grupo de alrededor de 50 campesinos del municipio de Lebrija, Colombia, se unieron en un esfuerzo comunitario para despejar la vía Bucaramanga-Barrancabermeja, que había estado cerrada debido a un deslizamiento de tierra. La carretera, que es crucial para la movilidad en la región, permaneció bloqueada desde que ocurrió el deslizamiento en el sector conocido como Parador Beto el 1 de octubre.
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A pesar de que la concesionaria Ruta del Cacao, responsable de la vía, había anunciado que estaban monitoreando la situación y buscando soluciones, la comunidad decidió no esperar más debido al temor de perder sus cosechas y sus ingresos. La vía alterna por Paraguay también se cerró temporalmente para realizar trabajos de mantenimiento, lo que aumentó la urgencia de restaurar el acceso.
Los campesinos, sin maquinaria pesada, utilizaron palas y herramientas manuales para remover la tierra y permitir la circulación de motos, peatones y vehículos ligeros. Expulsaron al personal que había sido enviado para trabajar en la zona y tomaron la iniciativa de abrir la vía por sí mismos.
A pesar de sus esfuerzos, la intervención de los locales será evaluada por las autoridades, incluido el Instituto Nacional de Vías (Invías), para garantizar la seguridad y la estabilidad de la carretera. Sin embargo, la acción de la comunidad fue un ejemplo de solidaridad y determinación para abordar un problema que afectó significativamente su movilidad y sus vidas.
Los campesinos, a través de medios locales, invitaron a todos los afectados por el cierre de la vía a reanudar sus actividades y utilizar la ruta tradicional Bucaramanga-Barrancabermeja, que ya estaba nuevamente abierta al tráfico. Su esfuerzo conjunto demostró la importancia de la colaboración comunitaria para resolver desafíos locales.