La confrontación entre Junior y Deportivo Cali se vio manchada por la violencia de los seguidores locales. La tensión se desató cuando el árbitro David Espinosa invalidó un gol del equipo visitante, provocando una reacción negativa de la afición del Junior. Desde la tribuna occidental, los aficionados comenzaron a arrojar objetos al campo, algunos incluso invadieron la cancha, forzando la intervención policial.
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Mientras el comisario de la Dimayor y los árbitros intentaban resolver la situación, los jugadores permanecían en el terreno de juego. El túnel de protección se vio afectado, lo que planteó desafíos en la logística para la retirada de los futbolistas.
El ESMAD tuvo que intervenir para asegurar la seguridad de jugadores y árbitros. A medida que los árbitros abandonaban el campo, fueron objeto de agresiones con objetos lanzados desde las gradas. Ante la situación de riesgo, los equipos decidieron retirarse del campo cuando quedaban 15 minutos para el final del partido, ya que no se garantizaban condiciones seguras para continuar.
La Dimayor confirmó la finalización del partido, dejando entrever que el resultado final será de 0-3, dada la serie de incidentes violentos que llevaron a la suspensión del encuentro.
«Nos permitimos informar que el partido entre @AsoDeporCali y @JuniorClubSA por la fecha 5 de los Cuadrangulares Semifinales de la Liga BetPlay DIMAYOR II-2023 ha sido finalizado por el árbitro David Espinosa por falta de garantías», anunció la Dimayor.
Esta lamentable situación manchó el desarrollo del encuentro y levanta preocupaciones sobre la seguridad en los estadios y la convivencia deportiva.
