La Gobernación de Norte de Santander se ha convertido en el epicentro de protestas lideradas por docentes provisionales que, tras no obtener resultados favorables en el concurso de mérito, buscan desesperadamente una solución a la situación de más de 2.200 profesores en el departamento.
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Nancy Ríos, una de las voces representativas de esta manifestación, compartió su desgarradora experiencia con Caracol Radio: «Ando batallando justamente porque mi problema me afecta en el aula, llevo 13 años en esta última provisionalidad también tenía otra provisionalidad y había salido ya. Es desesperanzador, de verdad estoy desolada pues tengo familia y no sé qué va a pasar conmigo», concluyó visiblemente afectada por la situación.
La angustia se refleja en quienes ven comprometido su futuro laboral, con preocupaciones que trascienden lo profesional. Además de la incertidumbre laboral, se plantea la inquietud por el bienestar de aquellos docentes que enfrentan condiciones médicas delicadas. Estas preocupaciones aumentan ante la duda de poder acceder a nuevos contratos o dedicarse a otras actividades.
El sentir general entre los docentes es de frustración y desamparo, al verse inmersos en una situación que afecta no solo su estabilidad laboral, sino también su estabilidad emocional y la de sus familias. Las protestas han surgido como un llamado urgente a las autoridades pertinentes para encontrar una solución que brinde certezas y garantías a estos profesionales de la educación, cuyo trabajo es vital para el desarrollo y crecimiento de las nuevas generaciones en Norte de Santander.
