El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) confirmó la muerte de Luis Alfredo Garavito, uno de los criminales más infames de Colombia, en un hospital de Valledupar, Cesar. Garavito, apodado «El monstruo de Génova» o «La Bestia», estaba cumpliendo una condena de 40 años de cárcel por una serie de atroces delitos que incluyen actos violentos contra menores, homicidios, acceso carnal violento, secuestro simple e incendio culposo.
Este individuo había sido condenado por llevar a cabo aproximadamente 142 a 194 violaciones y asesinatos de niños, niñas y adolescentes en Colombia. A pesar de estar recluido en la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa, temía por su seguridad debido a la naturaleza de sus crímenes y se había negado a salir de su celda hacia centros médicos.
La muerte de Garavito pone fin a un oscuro capítulo en la historia de Colombia, marcado por la brutalidad de sus crímenes y la conmoción que causaron en el país. Sus acciones han dejado cicatrices profundas en las familias de las víctimas y en la sociedad en general. Su legado es recordado como uno de los episodios más sombríos en la lucha contra la criminalidad en Colombia.