El oriente y sur de Santander enfrentan una difícil situación a causa de las fuertes lluvias que han desencadenado crecientes y deslizamientos, llevando al cierre de dos importantes vías: la vía Curos – Málaga y la Transversal del Carare.
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Según informes de la seccional de Tránsito y Transportes de la policía, en el sector Los Canelos de la vía Curos se ha registrado el desbordamiento de una quebrada, cubriendo toda la calzada con piedras y material, lo que ha obligado al cierre del tránsito vehicular en esta ruta. La demora en la llegada de maquinaria para limpiar el corredor y el constante peligro de nuevos deslizamientos han impedido la reapertura de la vía, según mencionó Danilo Román.
La falta de recursos constantes destinados por el Invías para garantizar la transitabilidad ha generado reclamos por parte de transportistas y la comunidad, quienes se sienten afectados por la interrupción del tránsito en un momento crítico. A pesar de que la remoción del material no se percibe como una tarea complicada, la dificultad radica en la prontitud de enviar maquinaria y en el comportamiento de la parte alta de la vía, donde persisten riesgos de desprendimientos.
Por otro lado, en la Transversal del Carare, entre Vélez y Landázuri, se ha reportado un deslizamiento a causa de las fuertes lluvias. Esta situación ha bloqueado por completo el paso de vehículos, afectando directamente a los campesinos que no pueden llevar sus productos a los centros de abasto en el país o hacia Bucaramanga.
Hasta el momento, la única vía alterna sugerida es Bucaramanga – Pamplona – Chitagá, lo que agudiza las dificultades de movilidad y transporte para la región. Las autoridades continúan evaluando la situación, mientras la comunidad y los transportistas esperan prontas soluciones para restablecer la conectividad y el flujo normal en estas rutas vitales.