La industria de la palma de aceite en Colombia, una de las más versátiles del sector agrícola, está explorando nuevas oportunidades de mercado al considerar la exportación de biocombustibles para aviones a partir de este cultivo. La palma de aceite ya desempeña un papel importante en la seguridad alimentaria, con un 96% de la producción total de aceites y grasas, así como un 72% de las ventas en el mercado nacional. Sin embargo, ahora se está considerando su potencial para contribuir a la industria de la aviación y la sostenibilidad ambiental.
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Los biocombustibles para aviones, conocidos como SAF (combustible sostenible de aviación, por sus siglas en inglés), se producen a partir de fuentes orgánicas, como la biomasa y los residuos orgánicos. En este caso, la palma de aceite podría proporcionar una materia prima viable para la producción de biocombustibles avanzados. Para que esto sea posible, se enfatiza la importancia de aplicar buenas prácticas en el cultivo y la extracción de aceite de palma, lo que garantizaría la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono en la producción de biocombustibles.
Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, anunció la posibilidad de que Colombia exporte biocombustible para aviones a partir de la palma de aceite. Esto no solo generaría una nueva fuente de ingresos para los productores de palma de aceite, sino que también contribuiría a cumplir con los requisitos de reducción de emisiones y prácticas sostenibles en la industria de la aviación.
Un estudio financiado por el Banco Mundial y realizado por la certificadora internacional Iscc se encuentra en curso para analizar el ciclo de vida del aceite de palma colombiano y su biomasa como materia prima para la producción de biocombustibles. Si este estudio demuestra la viabilidad de la producción de biocombustibles a partir de la palma de aceite, Colombia podría ingresar a un nuevo mercado con un gran potencial, lo que requeriría la ampliación de la capacidad de las plantas y una planificación de siembra estratégica para garantizar la materia prima necesaria.
La palma de aceite, con solo el 8% del área sembrada, aporta el 35% de la producción mundial de aceites y grasas, lo que la convierte en una oleaginosa altamente eficiente. La incursión en la producción de biocombustibles para aviones no solo podría aumentar la capacidad de la industria de la palma de aceite en Colombia, sino que también podría convertirse en un sector sólido para la economía nacional y contribuir a la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.