Las recientes lluvias torrenciales en Ábrego, Norte de Santander, desencadenaron una alerta en la parte alta del municipio. Esta situación llevó a las autoridades locales a tomar medidas de emergencia, especialmente después de la tragedia del pasado mayo en el sector del Molina.
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El Ejército Nacional e Invías optaron por un cierre preventivo en la zona, preocupados por la sequía repentina del río Tarra, lo cual revivió temores de una posible avalancha similar a la ocurrida en el sector de El Tarrita que devastó parte de la región. A pesar de esto, Olmedo López, director Nacional de la Unidad de Gestión del Riesgo, aclaró que luego de inspecciones exhaustivas no se detectó un riesgo inminente.
«La avenida torrencial sobre el río Tarra arrastró material vegetal y partículas, pero tras la verificación de los bomberos y organismos de socorro, se confirmó que el cauce se encuentra normal y se restableció la vía Ocaña – Cúcuta», mencionó el director de la UNGR.
A pesar del reporte positivo, autoridades en la provincia de Ocaña continúan en reuniones extraordinarias debido al represamiento de agua y lodo en la zona, lo que podría derivar en una emergencia si persisten las lluvias. En tanto, más de 12 familias en Puerto Rico permanecen incomunicadas, solicitando atención urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales.
Invías también anunció un cierre en el sector del Tarrita para mejorar la estructura de puentes metálicos, una medida que afectará la transitabilidad hasta el 5 de diciembre, buscando asegurar la seguridad vial en la región.