La incertidumbre persiste en las mesas de negociación entre el Gobierno Nacional y el ELN tras la finalización del sexto ciclo de conversaciones. El grupo armado está exponiendo una serie de «factores de crisis» que deben resolverse antes de acordar una nueva prórroga del cese al fuego bilateral, vigente hasta el 5 de febrero.
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Ante esta situación, los alcaldes del Catatumbo expresaron su preocupación por la posibilidad de una nueva crisis que pueda frenar el avance de las negociaciones y recrudecer la violencia en la región. Uber Conde, alcalde del municipio de Teorama, destacó la importancia de extender el cese al fuego por al menos seis meses más y buscar una salida negociada al conflicto que ha afectado a las comunidades durante años.
Conde enfatizó la necesidad de fijar tres escenarios en la continuidad de las mesas de negociaciones: un cese de hostilidades, mínimos humanitarios y la participación de las comunidades. Destacó que la vinculación de la sociedad civil es crucial para lograr una paz duradera y real.
El Gobierno Nacional ha condicionado la prórroga del cese al fuego bilateral a que el ELN deje de secuestrar como método para mantener su lucha armada. Sin embargo, el grupo armado respondió que necesitan financiación para sostener a sus combatientes y, de no obtenerla, continuarán con sus actividades de «retenciones con fines económicos». Esta respuesta plantea un nuevo obstáculo en las negociaciones y aumenta la incertidumbre sobre el futuro del cese al fuego bilateral.