En Eagle Pass, Texas, decenas de migrantes, procedentes de países como Honduras y Venezuela, intentaron cruzar el Río Grande que separa México de Estados Unidos. Sin embargo, se encontraron con una formidable barrera de alambre de púas que les impedía ingresar al territorio estadounidense y entregarse a las autoridades.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza informó que en agosto se registraron 232,972 cruces de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, marcando un récord para ese mes. Desde el inicio del año fiscal en octubre, la cifra supera los 2.2 millones de cruces.
Noe Zelaya, un hondureño que intentó cruzar junto a su esposa y sus dos hijos, expresó su alegría por estar cerca de su destino, pero al mismo tiempo su tristeza al verse detenido por la barrera de alambre de púas. Mientras tanto, su esposa Belkys Cruz, de 33 años, pedía ayuda a los militares estadounidenses presentes en el lugar. Sin embargo, las autoridades les informaron que no podían pasar.
La situación en la frontera entre México y Estados Unidos ha generado tensiones en los últimos días, ya que miles de personas han llegado a varios puntos fronterizos en Texas en busca de refugio o mejores oportunidades económicas. Esto ha dividido a la sociedad estadounidense y ha generado críticas hacia la administración del presidente Joe Biden, que ha intentado abordar el flujo migratorio anunciando programas especiales para tramitar asilo y visas en los países de origen de los migrantes.
Este sábado, Alejandro Mayorkas, secretario de seguridad nacional de Estados Unidos, se reunirá con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en la ciudad fronteriza de McAllen para discutir la cooperación en materia migratoria y abordar la creciente crisis en la frontera.