En el corazón de Chinácota, una experiencia educativa revolucionaria está tomando forma mientras un grupo de niños y niñas del Instituto Técnico Agropecuario recolecta plantas y fotografía especies animales en su patio escolar para impulsar el turismo ecológico. Este proyecto, liderado por Saddy Berbesí, profesor de Biología y médico veterinario del instituto, busca fomentar el respeto por la naturaleza y cultivar el espíritu investigativo entre los estudiantes.
Le puede interesar: ¡Cúcuta en Alerta! Diez Barrios Estrenan Alarmas Comunitarias
Esta iniciativa es solo un ejemplo del cambio que está ocurriendo en la forma en que se aborda la investigación en la educación de Norte de Santander. En el cierre del programa Ondas, ejecutado por la Universidad Simón Bolívar y parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se presentaron historias similares de estudiantes abordando la investigación de manera creativa y práctica.
Nidia Johana Bonilla Cruz, directora del programa Ondas en Norte de Santander, enfatizó la importancia de desmitificar la investigación desde temprana edad. El objetivo es inculcar una mentalidad investigadora en los jóvenes, generando una conexión profunda entre la educación y el entorno.
En la feria de cierre, los estudiantes compartieron proyectos innovadores. Desde la prevención del bullying hasta el uso de plantas medicinales para beneficio comunitario, cada iniciativa reflejaba un compromiso con la investigación como una herramienta esencial para el desarrollo académico y personal. Según Laura Vianey Barrera, profesora del Colegio Pablo Correa León de Cúcuta, su proyecto se enfoca en crear conciencia ambiental, mientras que Jaime Leandro Cacua de la Institución Educativa Nuestra Señora de la Merced, busca aprovechar plantas medicinales para mejorar la salud y economía local.
Estos proyectos no solo representan un cambio en la percepción de la investigación educativa en la región, sino que también resaltan su consolidación como una vía hacia una educación más completa y orientada al futuro. La investigación no solo enriquece la mente, sino que contribuye al bienestar de las comunidades y al cuidado del medio ambiente.
La participación activa de los niños en proyectos de investigación no solo beneficia su desarrollo académico, sino que también moldea su visión del mundo y fomenta habilidades cruciales. La investigación, cuando se integra desde temprana edad, no solo impulsa el conocimiento y la creatividad, sino que también brinda herramientas para enfrentar los desafíos del mundo actual.