El sábado 2 de septiembre, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, planteó la posibilidad de implementar un nuevo subsidio para el sistema de transporte público a través de su cuenta en la plataforma X. Según la propuesta del mandatario, este subsidio podría contribuir a resolver los desafíos económicos que enfrentan varias ciudades en términos de transporte.
Petro sugiere que este subsidio, en apariencia, permitiría que el transporte público sea gratuito, y el costo real se distribuiría entre toda la sociedad de las respectivas ciudades, teniendo en cuenta los estratos socioeconómicos en las facturas. El presidente expresó: «Se podría establecer fácilmente un subsidio al transporte para los estratos económicamente débiles, lo que eliminaría la evasión en el sistema. Los ciudadanos más acomodados, quizás, no utilizarían el transporte público, pero subsidiarían a aquellos con menos recursos».
Entre los argumentos que respaldan esta propuesta, el presidente Petro mencionó la posibilidad de una mayor fluidez en las estaciones, ya que no sería necesario controlar las tarjetas, lo que también resolvería el problema de los «colados».
A pesar de que hubo críticas hacia esta idea, el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, la consideró una «buena idea». En su opinión, es beneficioso subsidiar el transporte público por razones de equidad y ambientales, y señaló que este tipo de subsidios se implementan en muchas partes del mundo.
Peñalosa argumentó que el transporte público es un consumo inelástico y que no se presta para abusos, ya que las personas usan este servicio según sus necesidades y no simplemente porque sea gratuito. Además, considera que la propuesta del presidente Petro es fácil de implementar y podría tener un impacto significativo a nivel internacional.
Esta propuesta de subsidio al transporte público plantea un debate importante sobre la equidad en el acceso al transporte y su impacto en la sociedad y el medio ambiente.