Un informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de Naciones Unidas ha generado preocupación en Colombia al revelar un aumento del 77% en los cultivos de coca en el departamento de Putumayo. Según el informe, la cantidad de hectáreas utilizadas para el cultivo de coca en Putumayo pasó de 28,205 en 2021 a 48,034 en 2022, lo que representa un incremento significativo y un desafío para el país.
El canciller Álvaro Leyva se refirió a esta situación desde Chile, donde se encontraba en un viaje oficial. Si bien reconoció que la cifra es preocupante, el Canciller subrayó la necesidad de un cambio de enfoque en la lucha contra los cultivos de coca. Destacó que los cultivadores menores no deberían ser considerados automáticamente como delincuentes y que es fundamental proporcionarles alternativas económicas viables.
«Hay un tránsito, el cultivador menor no puede ser un delincuente, naturalmente hay que sustituirle una actividad. Entonces, en un momento determinado pueden modificarse las cifras que estaban previstas», indicó el Canciller. Esta perspectiva resalta la importancia de abordar el problema desde una perspectiva más amplia que incluya programas de sustitución de cultivos y oportunidades económicas para las comunidades afectadas.
El informe del Simci también señala que Putumayo concentra el 21% del total nacional de cultivos de coca y que de los 13 municipios en el departamento, 9 tienen altas concentraciones de cultivos de coca. Esto es especialmente preocupante ya que estas áreas solían ser controladas por las FARC, y ahora son ocupadas por grupos disidentes.
Además, el informe revela que el 65% de los cultivos de coca se encuentran en tres departamentos fronterizos: Nariño, Norte de Santander y Putumayo. Esto plantea preocupaciones adicionales sobre el tráfico de cocaína y la importación de insumos para la producción de drogas.
El Canciller también destacó que Estados Unidos se ha adherido a las cifras de Naciones Unidas en cuanto a cultivos de coca, y cada país tiene su propia perspectiva y desafíos en esta lucha. Además, señaló que los cultivos de coca han cambiado de ubicación en el país en respuesta a diversos factores.
A pesar de este aumento en los cultivos de coca, Colombia sigue luchando contra el narcotráfico y trabaja en políticas antidrogas para abordar esta problemática de manera integral. El informe del Simci servirá como base para dirigir la política antidrogas en las áreas con mayor presencia de cultivos ilegales.
El Ministro de Justicia, Néstor Osuna, también enfatizó la confiabilidad del informe del Simci y señaló que el crecimiento de los cultivos de coca se ha desacelerado en comparación con años anteriores. Además, destacó que los cultivos de coca están concentrados en un número limitado de municipios en el país. Este informe subraya la complejidad y la urgencia de abordar el problema de los cultivos de coca en Colombia y la necesidad de un enfoque integral que incluya la sustitución de cultivos y oportunidades económicas para las comunidades