El 8 de septiembre de 2019, el mundo de la música sufrió una pérdida irreparable con la partida de Camilo Sesto, un cantante español cuya voz y talento dejaron una huella imborrable en la música romántica. Aunque su nombre real era Camilo Blanes, adoptó el nombre artístico de Camilo Sesto y se convirtió en uno de los intérpretes más queridos y exitosos de su generación.
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Camilo Sesto nació en 1946 en Alcoy, España, y desde una edad temprana demostró su pasión por la música. Su impresionante belleza física, con sus intensos ojos azules, lo ayudó a destacar, pero su verdadero don radicaba en su voz única y su capacidad para componer y producir sus propias canciones.
A mediados de la década de 1960, Camilo Sesto comenzó su carrera como miembro del grupo Los Dyson, que interpretó versiones de canciones de los Beatles y los Bee Gees. Sin embargo, pronto quedó claro que estaba destinado a una carrera en solitario. En 1971, grabó lo que se considera su primer álbum, «Algo de mi», y este sería el comienzo de una prolífica discografía.
Canciones como «Quieres ser mi amante», «El amor de mi vida», «Perdóname» y «Fresa salvaje» son solo algunas de las aproximadamente 600 canciones que Camilo Sesto registró a lo largo de su carrera, que abarca más de 40 producciones. La música romántica vivía su auge en los años 70 y 80, y Camilo Sesto se destacó como una de las figuras más prominentes de la balada romántica.
Su magnetismo en el escenario y sus emotivas canciones conquistaron los corazones del público. Camilo Sesto se convirtió en un fenómeno en Iberoamérica, y su carisma trascendió incluso la música. Cuando fue elegido para la versión española de la ópera rock «Jesucristo Superstar», una empresa de máquinas de afeitar le ofreció 50 mil dólares por afeitarse para sus anuncios, y él aceptó la oferta y donó el dinero a un orfanato.
A pesar de su éxito en el escenario, la vida personal de Camilo Sesto fue en gran parte hermética. Mantuvo su vida amorosa en secreto y se rumoreaba sobre su orientación sexual. Más tarde se supo que mantuvo una relación durante diez años con la corista Andrea Bronston, quien lo acompañaba en todas sus presentaciones. Sin embargo, su relación terminó cuando Camilo Sesto se involucró con la mexicana Lourdes Ornelas, quien le dio su único hijo, Camilín.
Aunque Camilo Sesto no contrajo matrimonio oficialmente con Lourdes Ornelas, la llevó a vivir con él en su casa de Torrelodones, en las afueras de Madrid, y compartieron la crianza de su hijo. Sin embargo, la relación se enfrió con el tiempo, y el artista luchó por la custodia de Camilín. A medida que el hijo crecía, decidió vivir con su madre y se distanció de su padre.
A lo largo de los años, Camilo Sesto se volvió más reservado y centrado en su carrera musical. Su apariencia física también cambió debido a procedimientos estéticos, algunos de los cuales afectaron su capacidad para sonreír de manera natural.
En el año 2000, los excesos con el alcohol tuvieron graves consecuencias en la salud de Camilo Sesto. Sufrió problemas hepáticos que lo llevaron a someterse a un trasplante de hígado. A pesar de la intervención, su cuerpo rechazó el órgano y su salud se vio seriamente comprometida. Además, un accidente doméstico resultó en una operación de tobillo y problemas de movilidad.
A pesar de los desafíos de salud, Camilo Sesto continuó haciendo música. Si bien lanzaba compilaciones de sus éxitos, siempre incluía nuevas canciones en sus álbumes. En 2018, hizo su última aparición pública para presentar un álbum sinfónico. En 2019, problemas renales lo llevaron al hospital por última vez, y falleció el 8 de septiembre de ese año.
En su testamento, Camilo Sesto nombró a su hijo, Camilo Blanes Ornellas, como heredero universal. A pesar de su partida, la música y el legado de Camilo Sesto continúan vivos, y su influencia en la música romántica perdurará en la memoria de sus admiradores en todo el mundo.