La noticia del traslado de Ramiro Suárez Corzo, exalcalde de Cúcuta, desde el hospital Erasmo Meoz hasta la ciudad de Bogotá, ha desencadenado una serie de reacciones encontradas en el ámbito político de la región. Suárez Corzo, quien cumple una condena de 27 años de cárcel por su presunta implicación en el homicidio del abogado Alfredo Flores, había estado recluido en el piso 11 del mencionado hospital.
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Diversos candidatos y figuras de la oposición han manifestado su alegría por el traslado, argumentando que Suárez Corzo habría estado involucrado en la campaña de varios candidatos y ejercía influencia en la política local desde su lugar de reclusión.
El candidato a la alcaldía de Cúcuta, Carlos Martín Rojas, expresó en sus redes sociales: «La justicia despertó, en estos momentos está siendo trasladado a la picota, el señor Ramiro Suárez (…) tienen que llevárselo a un pabellón donde está con los que tiene que estar, no llevarlo a un apartamento donde siga con Skype, teléfonos, celulares, haciendo y mandando en la política de Norte de Santander.»
Por otro lado, también se han hecho públicas muestras de solidaridad hacia Suárez Corzo. El candidato al concejo de Cúcuta, Carlos Ramos, expresó en su cuenta de X: «Solidaridad con la familia y amigos del exalcalde Suárez Corzo, hoy víctima de una persecución política sin precedentes en esta ciudad, que ha llegado al límite de dejarlo desprovisto del derecho a la salud en conexidad con la vida.»
La defensa legal del exalcalde emitió un comunicado en el que, a pesar de la decisión de trasladarlo, reiteró su derecho a un trato digno y respetuoso, así como a la garantía de su salud y mínimo vital por parte de las autoridades competentes. La situación de Ramiro Suárez Corzo continúa siendo objeto de debate y controversia en la política local.