Una investigación reciente realizada por el Centro Médico Infantil Cohen en Nueva York concluyó que el chatbot de OpenAI, conocido como ChatGPT, no es adecuado para diagnosticar enfermedades en niños. La prueba, que empleó casos de estudio con explicaciones y solicitó diagnósticos diferenciales y finales al chatbot, reveló una tasa de error del 80 por ciento.
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En el proceso de investigación, los investigadores proporcionaron al chatbot una explicación de cada caso de estudio junto con una instrucción clara para que enumerara un diagnóstico diferencial y un diagnóstico final. Los resultados fueron evaluados por dos pediatras expertos que puntuaron las respuestas del chatbot como correctas, incorrectas o incompletas.
Según los hallazgos, ChatGPT logró respuestas correctas en solo 17 de los 100 casos de diagnóstico en niños. En 11 situaciones, no captó completamente el diagnóstico, y en los 72 casos restantes, la inteligencia artificial falló. En general, la tasa de deficiencias, contabilizando respuestas incorrectas e incompletas, fue del 83 por ciento, subrayando la importancia de la experiencia clínica en la toma de decisiones médicas.
Los expertos en salud han expresado preocupaciones sobre el uso de inteligencia artificial en la medicina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre el riesgo de entrenar estas herramientas con datos falsos y su potencial uso indebido para generar desinformación convincente. Además, la OMS destaca la posibilidad de errores y daños a los pacientes si los médicos se basan exclusivamente en la inteligencia artificial para diagnósticos y toma de decisiones médicas, resaltando la importancia de evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos de estas tecnologías en la atención médica.
