El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, ha anunciado una controvertida medida para combatir la inseguridad en la ciudad: la prohibición del tránsito de motocicletas entre la medianoche y las 4 de la madrugada. Esta decisión, parte del plan candado, busca contrarrestar los hechos delictivos en la ciudad.
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La implementación de la medida será progresiva, con días pedagógicos hasta el viernes 10 de mayo, fecha en la que se empezarán a aplicar sanciones. Sin embargo, se han establecido excepciones para las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, autoridades de tránsito, organismos de socorro, funcionarios del Inpec, medios de comunicación, servicios de vigilancia privada, servicios públicos domiciliarios y mensajería, siempre y cuando presenten solicitudes para la circulación.
La noticia ha generado diversas reacciones en la ciudad. Algunos ciudadanos respaldan la medida como una forma de controlar a los delincuentes que utilizan motocicletas para cometer sus fechorías. Sin embargo, otros expresan dudas sobre su efectividad, argumentando que los delincuentes pueden desplazarse en automóviles.
Un ciudadano criticó la medida, calificándola como «absurda» y considerando que afecta a personas honestas y trabajadoras. Otros sugirieron la implementación de medidas más contundentes para combatir la delincuencia.
El alcalde sustentó la medida en la alta tasa de accidentes y muertes por accidentes de tránsito durante la madrugada. Sin embargo, la discusión sobre su efectividad y sus posibles repercusiones en la movilidad y la seguridad ciudadana continúa en Bucaramanga.
